Pues eso, última noche en Gorliz. Nos volvemos a Bilbao mañana Domingo.
Gorliz, para los que no sepan, es un pueblito a 30km de Bilbao, que tiene playa y montaña. Llevo veraneando aqui desde los 26 años, y el único sitio en el que conservo los amigos de toda la vida.
Las razones para no venir solo en los meses en los que no trabajamos son varias: desde qe mis hermanos viven aqui cerca, y además tenemos unas campas de manda madre para que los enanos quemen millones de calorías corriendo.
A parte, las noches. Son geniales, no se oye nada. Ahora mismo, posteando desde la terraza, apenas oigo el teclear de mis dedos, grillos y un par de perros en la lejanía. Eso no se paga con dinero.
Así que volvemos ya, al mundanal ruido, a la casa que da las ventanas a lehendakari agirre, una de las calles más transitadas de Bilbao (no son los 18 carriles de la entrada a Toronto) y a oír por las noches el comboy de camiones de basura, el motorista que pasa a las 10:40 a toda leche, y , como no, mis amigos los punchetas, que paran justo en el semáforo de debajo de casa, mientras nos amenizas con sus tun pan tun pan tun pan tun pan kakakakakakakatun tun pa, alias reggaetón.
En fins, vuelta a la realidad la rutina, pero escasearán los madrugones de las 6:30am de Julio y Septiembre...
Y me marcho a dormir...
Escrito por Txus a las 1 de Octubre 2006 a las 03:19 AM | TrackBackDesde los 26 ? Hala, osea que tienes 52 años ?
Saludetes cobarde!
Aupa!!!
No sabes como te entendemos por Paris, dejamos nuestra casa con jardin de las afueras para volver a la realidad, una a la capital y la otra a la petite ville, Angers... y las vacaciones... tambien acabaron para nosotras!!!
Mucho ánimo y bat musu de tes amies les parisiennes!!!
Jo Txus, no sabes como te compadezco. Yo no se que es eso de los chumberos ya que aqui no se les oye, porque los del bar cubano de aki abajo se montan saraos entre semana. Menos mal que no oigo el bakalao.
Por suerte, si algun dia los cubanos no la montan, la montan los del bar que esta en la planta baja de mi edificio. Son geniales los bajos de la musica electronica un martes o un miercoles, me impiden oir a esos malditos grillos que no te dejan dormir.
Una cosa esta clara, a todo se acostumbra uno...
menos al puto metro de Paris.